Reconocer esto te quitará un gran peso de encima y te permitirá formar libremente tu liderazgo, pero hay ciertos aspectos que no debes dejar a un lado y que forman la base de un gran líder.
Conócete realmente
Parece algo muy simple el conocerse a sí mismo, pero muy pocas personas realmente se toman el tiempo de identificar todos esos elementos que los hacen únicos. Este proceso puede llegar incluso a ser difícil pues implica reconocer aspectos propios que no son de nuestro agrado. Conocerte no solo te ayudará a ti, sino a tu equipo de trabajo, pues sabrás cuales de tus características enfatizar para crear una mejor sinergia.
Identifica tus áreas de oportunidad
Una vez que hacemos esa introspección para conocernos, podemos identificar características que no son de beneficio para nosotros laboralmente. Frecuentemente lo que intentamos es hacer lo opuesto, pero el proceso puede ser muy complicado o fácilmente llegar al fracaso. Antes de comenzar debemos reconocer y aceptar esas áreas de oportunidad, no negarlas y visualizar el daño que nos representan, así la próxima vez que sientas caer en ese mismo problema lo pensarás dos veces, pues tendrás una idea de lo que pudiera pasar de seguir con dicho comportamiento y mejor buscarás una metodología más favorable.Inspira a tu equipo
Cuando los integrantes de un equipo sienten un respeto puro por su jefe, la unión que habrá entre ellos será fuerte y juntos podrán realizar mejor su trabajo. Motiva a tu equipo a superarse a sí mismos, a realizar este mismo proceso de autoconocimiento; empieza por ser transparente frente a ellos, no temas a expresarles tus vulnerabilidades, pues esto conlleva a desarrollar la empatía entre ustedes.
Un auténtico líder con estas pequeñas pero poderosas acciones pueden crear un ambiente de confianza y lealtad, pues tanto él como sus allegados atesorarán el momento que están viviendo, agradecerán su pasado y enfocarán su motivación en mejorar el futuro.