Una comunicación negativa puede hundirte.
Todos sabemos que en cualquier espacio laboral donde se requiera la interacción entre una o más personas, la comunicación entre ellas jugará un papel importante para que sus metas puedan llegar a consumarse de manera exitosa.
En los puestos de alto rango o jefaturas, es esencial que los mensajes lleguen lo más claro posible a los colaboradores, e incluso con los clientes, pues una pequeña palabra o frase mal empleada, puede cambiar radicalmente el sentido del mensaje y generar un mal ambiente en el equipo, que a largo plazo puede afectar en los resultados de la compañía.
El tono de voz, el lenguaje corporal, la gesticulación, todo esto y más influye en la transmisión de mensajes. Pon detallada atención en la manera que te expresas y así evitar posibles malentendidos. Dentro de las frases o palabras que te sugerimos evitar a la hora de hablar son las siguientes.
“Pero”. Esta palabra es muy usada por todos y quizá sin darnos cuenta que depende el lugar donde se coloque, puede llegar a expresar un mensaje negativo, ejemplo: “El proyecto es muy bueno, pero…” En este caso estás demeritando lo anterior dicho, quitándole relevancia, en lugar de ello elige otras opciones. “El proyecto es muy bueno y podemos seguir mejorándolo aún más”.
“Soy el jefe”. No te preocupes, tu equipo sabe perfectamente tu puesto, pero el expresarlo tú mismo generará cierta distancia entre ellos y tú y puede llegar a formar barreras en su comunicación. Recuerda que los grandes líderes son aquellos que lejos de ser temidos y despreciados, son admirados y seguidos. El infundir miedo para que hagan lo que quieres nunca será una opción sana.
“Déjalo, yo lo hago”. Es cierto que quien genera la idea puede ser quien mejor la lleve a cabo, por ello es imprescindible poder comunicarnos asertivamente. Probablemente te sea más rápido hacer aquella tarea por ti mismo, pero lo mejor es tomarte unos cuantos minutos para explicar y delegar esa tarea a alguien más. Si en primera instancia comete un error, no le apartes de aquella tarea, invierte un par de minutos más en mostrar como corregir y evadir esos errores. Decir la frase “déjalo, yo lo hago” es igual a expresar que no creemos en su talento o capacidad de ejercer su trabajo.
“Ya lo sé”. Al tener un puesto alto en la jerarquía de tu empresa, es entendible que poseas un amplio conocimiento, pero aún así, nadie conoce todo, incluso de los colaboradores más nuevos o con puestos base puedes aprender grandes cosas. Escucha con atención y mantente abierto a las ideas y opiniones de los que conforman tu equipo.
“Nunca encontrarás mejor trabajo que éste”. Siempre habrá un lugar mejor para cada persona, ya sea en cuanto al salario, flexibilidad, ubicación, ambiente laboral, etc. Por ello no es bueno asumir, que un lugar es el mejor y menos decirlo de una manera prepotente, pues incluso al escuchar esta frase, el empleado confirme que no está de ninguna manera en el mejor lugar, y que quizá sea tiempo de buscar un empleo mejor. En lugar de ello, agradece el contar con el apoyo de cada uno de tus colaboradores.
“El fracaso no es opción”. Siempre habrá un lugar mejor para cada persona, ya sea en cuanto al salario, flexibilidad, ubicación, ambiente laboral, etc. Por ello no es bueno asumir, que un lugar es el mejor y menos decirlo de una manera prepotente, pues incluso al escuchar esta frase, el empleado confirme que no está de ninguna manera en el mejor lugar, y que quizá sea tiempo de buscar un empleo mejor. En lugar de ello, agradece el contar con el apoyo de cada uno de tus colaboradores.
Un equipo en el que la comunicación se lleva de manera clara y cordial, sin duda brindará las herramientas necesarias al grupo para seguir desarrollándose, generar nuevas ideas y en conjunto ejecutarlas, para lograr resultados. Recuerda que, como jefe, llevas en tus manos el timón del barco, tú sabrás hacia donde dirigirlo.